Hace unos años, un neurobiólogo israelí, Rafi Haddad, propuso que nuestra predilección por ciertos olores está determinada biológicamente y no culturalmente. Usando una nariz electrónica tuvo un 90% de aciertos en los aromas que le gustaban a personas de diferentes partes del mundo. Según Haddad, los olores a lima, naranja, pomelo, menta y melón son los preferidos de la gran mayoría de la gente.
Sin embargo, algunas encuestas en sitios web parecen contradecirlo. Se le preguntó a grupos de internautas -en sitios como Rankr- y en una encuesta británica a más de dos mil personas acerca de cuáles eran los aromas que preferían. Y estos resultaron en el top ten:
El olor después de la lluvia
Las galletitas recién salidas del horno
El olor a vainilla
Pan recién horneado
En el top ten también aparecen otros favoritos de todos como el olor a pasto recién cortado,
a café,
y a ropa limpia.
Completan la lista otros que sí dan cuenta de alguna distancia cultural, como el del tocino (¿el nuestro sería olor a asado?) o el de un árbol de navidad de verdad (?).
El aroma del recuerdo
¿Notás algo en común en todos ellos? Son olores asociados a momentos, a sensaciones. No son “fabricables”, están unidos a circunstancias que incluso pueden variar entre las diferentes personas pero todos sabemos a qué huelen.
El sentido del olfato es, de acuerdo a investigaciones científicas, el ligado de manera más primaria a nuestros recuerdos. Y quizás en el recuerdo de esta experiencia radica su encanto.
¿Estás de acuerdo? ¿Cuál es tu favorito?
Fuentes: Daily Mail, The Top Tens, Rankr, Lolwot, Muy Interesante.
¿Qué te parece?