Los niños y las mascotas suelen tener vínculos únicos y genuinos que son hermosos de ver, pero a veces para los más chicos los límites no son claros en cuanto a qué está bueno hacerle a los pobres animalitos y que no. Este es el claro ejemplo de que siempre debe haber un adulto responsable para supervisar los juegos:
1. El dálmata no es un libro para colorear.
2. Si ellos toman así, yo también.
3. Escondite.
4. Una fiesta de té.
5. Un nuevo look para el gato.
6. Este perro merece el cielo.
7. LA CARA DEL GATO POR FAVOR.
8. Hay que admitir que le queda muy bien.
9. Perro rapero.
10. La paciencia de este gato no se puede creer.
11. Gata princesa.
12. Creo que no se entendió cómo se juega con los legos.
13. No puedo más.
14. Ya sabemos a quién van a culpar por esto.
15. Un gato mosaico.
Fuente: Hankermagazine
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